Mi escape, mi canal de contacto con aquello que día a día dejar de ser y de estar en esta dimensión, y se esparce por el pluriverso que somos todos y cada uno de los seres que conformamos el todo, la nada, el caos...
sábado, 8 de octubre de 2011
oruga
Qué dificil es mirarse hacia adentro; sacar cada una de las coverturas, desnudarse, quitarse eso que siempre se lleva encima, lo peor es que es una parte de la piel, y cuando uno logra o trata de removerla, es una sensación desgarradora, dolorosa, sin ademas tomar en cuenta que uno mismo debe mirarse. cuando te quitas todo de encima, estas obligado a inspeccionar, es inescondible, intapable, y la mayoria del tiempo lo hacemos, huimos, escapamos de tener que enfrentarnos a nosotros mismos, a aquello que nos molesta, que nos perturba, eso que no nos gusta, que incluso hace que nos odiemos, que sintamos ganas de ya no ser. Así estoy ahora, soy espectadora de esta lenta y sufrida metamorfosis, de este cambio constante que nunca antes comprendí y que ahora que me hace algún sentido, resuena en cada parte de mi cuerpo, de mi mente... He querido morir, desaparecer, evitar todo esto, no quiero crecer, no quiero cambiar, pero es tarde para eso, ya que es la condicion de la vida, el cambio permanente nos permite continuar existiendo, estar en pie, vivir, y qué ecenario más complejo para vivir que este, que el ahora, en este tiempo, donde lo ajeno es recurrente en mi, donde nada me parece cercano ni mío, todo se exterioriza y lo miro desde lejos... solo espero no mirarme a mi misma desde muy lejos, tengo miedo que eso pase, despertar un dia en la mañana, mirarme en el espejo y no saber quien soy, no reconocer mi imagen, ni mi sensación, espero no perder nada de aquello, por mientras solo estoy, expectante, observante, atenta a cada uno de los cambios, porque no me queda más que habituarme, adaptarme, recuperarme en esto nuevo, que sigo siempre siendo yo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)